martes, 11 de agosto de 2015

La Bascongada recupera un óleo de Ucelay de 1965




La Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP) se propone recuperar su patrimonio artístico, que está disperso y en algunos casos en mal estado. Ayer dio otro paso en esa dirección, al instalar en su sede central, el Palacio Insausti de Azkoitia, el retrato al óleo -ya restaurado- del décimosexto conde de Peñaflorida, Francisco Javier de Mendizabal y Gortazar. Lo realizó José María Ucelay en 1965.
El retratado es, así pues, descendiente del fundador de la RSBAP, el ilustrado Francisco Xabier de Munibe, quinto conde de Peñaflorida.
El óleo, que se encontraba bastante deteriorado, ha sido restaurado por Ana de Santo Domingo Encío (del Museo de San Telmo), gracias al mecenazgo del miembro de la RSBAP Vicente Zaragüeta Laffite. La pieza sufrió los daños en la época en la que el palacio estuvo deshabitado y visitado con frecuencia por gente sin escrúpulos.
En el cuadro se aprecian dos elementos que tienen relación con la Bascongada: el símbolo de Irurak Bat (las tres manos) y el palacio de Insausti.
Ucelay hizo dos retratos
Ucelay hizo dos retratos casi idénticos, uno para el retratado y el otro para la RSBAP. Algo antes, Francisco Javier de Mendizabal había cedido a la Bascongada el uso del Palacio Insausti de Azkoitia, por una peseta para un periodo de 99 años. El retrato puede considerarse un regalo por aquella cesión.
Luego, Álvaro de Mendizabal, el actual conde de Peñaflorida, vendió al Gobierno Vasco ese palacio por un precio simbólico, y el Gobierno concedió su uso a la RSBAP.
En el acto de ayer, la historiadora del arte Montserrat Fornells habló sobre el pintor José María Ucelay, nacido en Bermeo en 1903 y fallecido en Busturia en 1979. En su juventud, el pintor conoció a quien luego sería el primer lehendakari de Euskadi, José Antonio Agirre. En 1936 fue nombrado Director de Bellas Artes del Gobierno Vasco y fue comisario del Pabellón Vasco de la Exposición de París de 1937. De 1938 a 1949 vivió exiliado en Gran Bretaña.
«En 1923 se estableció en París, donde hizo amistad con artistas de vanguardia. Cuando, al poco tiempo, volvió a Bilbao y expuso sus trabajos, no fue entendido. Resultó demasiado innovador a los ojos de la sociedad vasca, pues había incorporado a Matisse y Gaugin», dijo ayer Montserrat Fornells.
En el acto de ayer intervino también el director de la RSBAP, el médico y profesor donostiarra José María Urkia.

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